martes, 21 de octubre de 2014

La Democracia secuestrada (II)


Siguiendo con el repaso de la situación actual de las fuerzas progresistas que podrían configurar una nueva mayoría parlamentaria está Izquierda Unida. IU  y su mentor el Partido Comunista viven atónitos como, cuando al fin llega el día tanto tiempo esperado del crespúsculo de la social-democracia, viene Podemos y “les roba la merienda a la puerta del colegio”. Cambian de liderazgo ponen  al comunista - “siglo XXI”, Garzón, de nuevo líder, que además escribe libros de escaso interés, y Podemos les sigue despreciando. Triste papel el de IU mendigando una coalición con unos advenedizos como Podemos. Tal vez IU y su Partido mentor estén pagando no haber advertido que el comunismo – por lo menos en Europa – se terminó el 9 de noviembre de 1989. En Berlín.

Sensatez necesita el Partido Comunista y su filial Izquierda Unida. A veces la han tenido. En la II Republica sólo fueron sensatos a finales de 1935 cuando la III Internacional, siguiendo dócilmente las directrices estratégicas de Moscú, asustado ante el avance del nazismo, les ordenó que se  dejaran de Alianzas obreras revolucionarias, y se integraran en la nueva Alianza republicana-socialista que finalmente se llamó Frente Popular. El líder de la aún non-nata en ese momento   alianza republicano-socialista, Manuel Azaña, veía con escasa estima a los comunistas. ¿Adónde podemos ir nosotros, ni ustedes, con los comunistas?”, escribió a Prieto en una de sus abundantes cartas en ese año 1935. Por fin los comunistas, de   la mano de Largo Caballero, al que no mucho después se lo agradecieron con los peores epítetos, consiguieron su objetivo y salieron de la marginalidad política, al integrarse en las candidaturas del Frente Popular

  Tuvieron sensatez  con la consigna de la “Reconciliación Nacional”   entre vencedores y vencidos en la Guerra Civil, en 1956, para superar las profundas heridas de la guerra civil en la sociedad española y la constante retórica del Régimen franquista  sobre Alzamiento .  Pragmáticos fueron en la Transición aceptando la Monarquía Constitucional y olvidándose  de nuevas Repúblicas. Para la gran conjunción de fuerzas progresistas necesaria para liberar a nuestra democracia del secuestro que sufre de una Derecha, que con la excusa de la crisis económica, ha llevado estos años la política que ansiaba hacer desde el tiempo de la Transición en el que tuvo que hacer   inevitables concesiones, IU tiene que jugar un papel minoritario pero importante. Revindiquen todo lo que sea factible las medidas de mejora de los más desfavorecidos. Si se han vuelto acordar de la Republica, manténganla como objetivo a largo plazo. Pero un programa alternativo de Gobierno al de la  Derecha no puede dejar en la duda nuestra continuación en el euro o en la Unión Europea. Sin remontarnos a la historia pasada en Andalucía se ha visto como IU  en el Gobierno sabe combinar bien el radicalismo estratégico y el posibilismo táctico. Para eso se inventó la dialéctica.

Podemos. Ya he escrito en este “blog” con profusión de esta fuerza emergente. Guste o no guste, a mi poco, ahí está y todas las encuestas les vaticinan una importante  presencia en el futuro Parlamento. Pueden ser imprescindibles para una nueva mayoría de progreso. De momento lejos están de conformar una nueva mayoría con su archi-reiterado discurso de asimilar al PP y al PSOE con el despreciativo calificativo de la “Casta”. Ciertamente desde las elecciones europeas moderan su discurso político a gran velocidad. Tanto es así que ahora insisten en situarse en el centro del tablero político y así poder pescar en diversos caladeros de votos. El centro es tentador. Pero no se sitúa en él el quién quiere, sino el que puede. Un Partido que clausura su Asamblea con el canto de la “estaca” de Lluis Llach, ante un mar puños cerrados, señala bien a la claras cual es la procedencia ideológica de sus bases.

En su magna Asamblea del fin de semana pasado, en sus quince propuestas, se incluye no el impago de la deuda, sino su reestructuración ordenada, que no se sabe muy bien lo que es, pero ya supone un avance que hayan entendido que para financiar nuestro déficit público hay que pedir dinero  prestado, que luego se debe, y que nadie presta a quién asegura que no piensa pagar. El resto, salvo dos o tres medidas, son bastante razonables y en general todas negociables; reforzar la enseñanza pública, buscar soluciones viables a los desahucios, luchar contra la corrupción,  recuperar la sanidad universal son medidas perfectamente integrables en cualquier programa de reformas de izquierda. Alguna de ellas, como la referente a la sanidad universal, el PSOE la puede asumir con la autoridad moral de quién, en sus etapas de Gobierno, creó esa sanidad universal y gratuita que el Partido Popular ha desmantelado.

 Si abandonan el tremendismo de los que han descubierto que el Sol sale por Este, no es imposible que formen parte de una mayoría de progreso. Que afirmen que piensan gobernar en solitario es normal antes de unas elecciones. Lo peligroso es creérselo. Podemos podrá alcanzar el quince, el veinte por ciento de los votos, siendo generosos. Nadie en España gobierna en solitario sino alcanza el cuarenta por ciento de los votos. Y eso aunque la Sexta saque a Iglesias por la mañana, a Errejón por la tarde, y a Monedero por la noche , si es muy avanzada la noche mejor para ellos, aun así, esa cantidad de votos está muy lejos de sus posibilidades.

Para Podemos se va acercando la hora de hacer política y se está acabando el entrenamiento. Con los diputados que tengan, esto sirve para algunos Parlamentos autonómicos, tendrán que decidir si enrocarse en un ”purismo mesiánico” que sólo ayudara a que la Derecha siga gobernando, o pactar con otras fuerzas de izquierda. Y más allá de sus ambiciones desatadas por las encuestas y su coro mediático, tendrán que admitir algún día que en la Izquierda está el PSOE como fuerza necesaria. Es difícil pactar con una fuerza política a la que diariamente insultas Esa es la disyuntiva de Podemos: ser un sumando nada despreciable en una futura mayoría  de progreso o situarse” en la vaguedad política, sin compromisos definidos más allá de “muletillas” como “lo que quiera la gente”. Y  esperar que el poder total les llegue como fruta madura. Si se equivocan de alternativa no sólo serán un esporádico movimiento de protesta, sino que contribuirán a que en España, con un triste balance de Gobierno, se perpetúe la Derecha de siempre.

Para terminar el repaso de las posibles fuerzas de progreso está el nacionalismo catalán y vasco, excluido Bildu, pues una cosa es que sean legales, que lo deben ser, y otra es olvidar los cientos de muertos con los que sus ” primos” de ETA han ensangrentado la democracia española. Esquerra Republicana de Catalunya, que previsiblemente será el Partido nacionalista con más representación parlamentaria, debería poner más énfasis en la E de izquierdas, como cuando la dirigía Carod Rovira, y no sólo en la C. catalanista.  Como ya he escrito en reiteradas ocasiones en este blog la Independencia de Cataluña está fuera de lo políticamente posible hoy. Se pueden y se deben negociar otros puntos de sus reivindicaciones. Seguramente para que algunos de ellos sean viables será necesario reformar la Constitución. Y para ello, aunque el PP esté en la oposición será necesario pactar con esa fuerza política la Reforma Constitucional.

Este vasto acuerdo de las fuerzas de  izquierda para que las próximas elecciones signifiquen un cambio de rumbo de la desdichada etapa que vivimos hoy por hoy parece imposible. Las elecciones de mayo y noviembre del año próximo marcaran la pauta, Todo acuerdo entre fuerzas políticas exige concesiones de todas en aras de una sola política. Lógicamente se presentaran cada una de ellas a las elecciones con su programa político que previsiblemente será distinto.  Si suman una nueva mayoría será el momento del acuerdo y de la elaboración de un mínimo programa común. No es necesario que todas las fuerzas que pacten se integren en un futuro Gobierno. Se pueden mantener márgenes de disidencia. Ese hipotético futuro Gobierno progresista debe ser sino una orquesta clásica, por lo menos un grupo de jazz, donde se interpretan piezas con la libertad del solista, pero con una única melodía. La política económica tiene sus opciones y sus límites. El nuestro es el de la Europa del euro. El Banco Central Europeo ha impuesto a los países periféricos condiciones draconianas. Su política, impuesta desde Berlín, no desde Frankfurt, está siendo una losa para que la Europa del euro salga de la crisis. Pero con un déficit público del seis o el siete por ciento y una deuda  que alcanza el cien por ciento de nuestro P.I.B, si España se saliera del euro, ¿a qué tipo de interés se nos prestaría el dinero fuera del euro?

Los solemnes discursos en el Parlamento Europeo o las consignas en tertulias pueden ser útiles para captar algunos votos, pero no sirven para gobernar en a un país agotado  por seis años de crisis económica y tres de gobierno reaccionario. Lo de “asaltar el cielo” que afirmó Iglesias el pasado sábado es una buena frase para un mitin. Al parecer la empleó Marx en una carta en la que comentaba la Comuna de Paris. Marx jamás asaltó no ya el cielo sino siquiera la comisaría de su barrio. Analizó agudamente las revoluciones de 1848 en “el 18 Brumario de Napoleón Bonaparte “o la Comuna de Paris en la “La Guerra Civil en Francia “, desde la prudente distancia que hay de Londres a Paris. Como decía es una frase feliz para las arengas pero no sirve para gobernar. No existe el Cielo ni el mítico ni el secular. Los hombres y mujeres españoles necesitan alimento, vivienda, asistencia sanitaria, educación de calidad para sus hijos…Eso no se consigue con frases de Asamblea Universitaria. Podemos o IU pronto tendrán  que asumir la carga de millones de españoles, no tantos como ellos se creen, que confiaran en ellos para salir del paro o de la pobreza. Inútil que se engañen con fraseología izquierdista. La izquierda sin el PSOE no es nada en España. Y el PSOE necesitara a otras fuerzas de izquierda para ser una alternativa de poder. De la asunción por todos de estos parámetros depende que en un año se termine una de las etapas más negras de la democracia española.




La democracia secuestrada (I)


La política es la continuación de los negocios por otros medios

Escrita en el frontispicio de la calle Gé
nova nº….

El Partido Popular gano legítimamente las elecciones del 20 de noviembre de 2011. Las elecciones se realizaron de acuerdo a la Constitución y la Ley Electoral. Nada cabe objetar a su aplastante victoria de ese día, ni a su menos aplastante victoria en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de ese año. Pero casi tres años después y a las puertas del 2015, cuando se iniciara un nuevo ciclo electoral, cabe preguntarse cuál es su balance.

Una creciente desigualdad social, un recorte de los servicios públicos esenciales – sanidad, enseñanza pública, asistencia social -, un cuarenta por ciento de parados sin ninguna cobertura, la emigración de cientos de miles de jóvenes preparados en las buenas Universidades españolas a otros países buscando un empleo acorde a su formación, una sustancial disminución de las cantidades asignadas a la Investigación científica y tecnológica, una corrupción tan extendida que cuando se pincha los frutos de cualquier Administración del Partido Popular sale el hedor del zumo podrido. Corrupción indirectamente amparada por una judicatura fuerte con los débiles y débil con los fuertes.¿ Dónde queda el derecho a la libertad  - art. 17 de la Constitución -  cuando la Fiscalía solicita cuatro años de cárcel a un miembro de un piquete de huelga por presuntamente pinchar la rueda de un autobús?¿ Es más cara una rueda de autobús que los no se cabe cuantos millones de euros de Caja Madrid o Bankia que sufragaron generosamente los gastos personales de Blesa o Rato? ¿Dónde se han cumplido los artículos del Capítulo Tercero de la Constitución sobre Los Principios Rectores de la Política Social y Económica?

El artículo 128 de la Constitución afirma:”. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.”. ¿  Acaso se cumple ni de lejos este precepto? El Partido Popular sólo se acuerda de la Constitución para realzar la "Unidad de la nación española” – en lo que tiene razón - , aunque nunca suelen citar que en ese mismo artículo segundo de la Constitución, donde se afirma la Unidad de la nación española, a continuación reconoce “ la autonomía de las nacionalidades y regiones “. Si hay nacionalidades diferentes en su definición constitucional a las regiones, algo significara en orden a la organización territorial de España.

Sí, se cumplen las formas de la Constitución, pero este Gobierno está propiciando una realidad social  muy diferente a la que configuraba la Ley de Leyes que los españoles aprobamos el 6 de diciembre de 1978.

Siempre  dentro de la Constitución y las Leyes los mayoritarios sectores progresistas que constituyen la sociedad española, si son capaces de converger en un mínimo programa común, deberán el año próximo rescatar esta  democracia que está degenerando en la cleptocracia sostenida y en una oligarquía liberal. Ciertamente en estos años ha habido una protesta popular importante en forma de dos huelgas generales, de relativo éxito, de las mareas verdes, blancas, masivas manifestaciones…. Pero para nada servirá esta protesta en la calle si los dirigentes de la izquierda, en su sentido más amplio, no aciertan en la táctica adecuada para transformar esa repulsa popular en una mayoría progresista en los Ayuntamientos, Parlamentos Autonómicos y Cortes Generales. Nada se puede hacer fuera de la Ley y de la Constitución. Recuperemos el sentido originario de la  Constitución, adulterado por los que pretenden convertirla en mera cobertura ritual que enmascare su defensa de los caducos privilegios de la vieja reacción española. Para ello sólo hay un camino: una nueva mayoría en  las Instituciones.

El Partido Popular ha aglutinado a toda la derecha, excepto a la nacionalista catalana y al pequeño sector de la misma que apoya U.PY D. Es posible que la intensa campaña de los medios de comunicación afines al PP, fomentando el voto del miedo ante la doble amenaza del “radicalismo de Podemos” y el secesionismo catalán, les hayan permitido recuperar algo del voto perdido. Pero su gran esperanza de un año 2015 marcado por la recuperación económica y la disminución del paro esta lamentablemente amenazada por negros nubarrones. Sin duda serán la primera fuerza parlamentaria en las futuras cámaras legislativas, por la división de la izquierda, pero lejos de la mayoría absoluta tendrán enormes dificultades para poder aglutinar una mayoría de Gobierno, pues con su absorción de las demás fuerzas de derecha, y su ruptura con el nacionalismo catalán conservador, difícilmente encontraran fuerzas afines con las que re-componer una nueva mayoría.

Puede existir una mayoría alternativa en el próximo Parlamento. Para ello tendrán que converger fuerzas tan dispares hoy como el PSOE, IU, Podemos, y el sector progresista y no integrista del nacionalismo catalán o vasco. A fecha de hoy esto parece un disparate. Pero de no ser así las próximas Cortes Generales o bien mantendrán en precario un nuevo Gobierno del Partido Popular, o serán ingobernables.

Yendo de mayor a menor el cambio de orientación política en España hace imprescindible al PSOE. Incluso en sus peores expectativas electorales sigue siendo la opción mayoritaria de la izquierda. Sin duda tendrá que hacer y deprisa los deberes. Nada de Gran Coalición a la alemana. Sin duda ha sido un acierto por su parte que votaran en contra del “popular “  Juncker los euro-diputados españoles en el Parlamento Europeo. Ante una posible tercera recesión en Europa, ¿dónde están los trescientos mil millones de euros que prometía Juncker para estimular la demanda y generar crecimiento económico? La actual política europea favorecerá tal  vez a Alemania, incluso a su clase trabajadora, pero es a costa del empobrecimiento de media Europa. Me saldría del tema de hoy extenderme en el  grave problema de los Partidos Socialistas Europeos que supone  su incapacidad de definir una política común en la Europa comunitaria. La Internacional Socialista más parece un club de encuentro que lo que se supone que debe ser una auténtica Internacional.

Errores socialistas. La intensa exposición mediática, y seguramente conveniente, de Sanchez no debe ser incompatible con no decir majaderías, No puede  decir que se podría  suprimir el Ministerio de Defensa. No hay política exterior sin política de Defensa y España como miembro de la OTAN tiene que tener unas mínimas Fuerzas Armadas que nos permitan cumplir con nuestras obligaciones como socios de la Alianza Atlántica. Y para mayor abundamiento mantenemos dos residuos coloniales como Ceuta y Melilla, y ojalá no nos ahoguemos algún día con la cuerda que nos hemos puesto al cuello, que  exigen una protección militar de unos territorios, que la OTAN excluye de su zona de compromiso de defensa.

La corrupción. Escándalos como que ilustres socialistas como Virgilio Zapatero  utilicen unas tarjetas opacas se tiene que acabar. Bien expulsado está del PSOE y si tuviera un poco de vergüenza se callaría y no anunciaría recursos en razón de no se sabe qué.¿ Para eso estaban los socialistas en los Consejos de Administración de Caja Madrid.? ¿Para venderse por un plato de lentejas, a cambio de aprobar que los auténticos gestores de la Caja hicieran negocios, cuyo alcance nunca sabremos, pero que han costado al erario público más de veinte mil millones de euros? Por no hablar de Cajas más cercanas.

El PSOE que está llamado a ser,  les guste poco o nada a las demás fuerzas de izquierda españolas, el eje de cualquier nueva mayoría en las futuras Cortes Generales. Si se empecina en errores del pasado no sólo se perjudicara él Partido sino que hará inviable cualquier alternativa de izquierdas. España no es Venezuela, ni Bolivia.


lunes, 6 de octubre de 2014

Cataluña en la encrucijada (II)


El escenario más probable inmediato que se producirá en los próximos días, es que después de fuertes tensiones en el bloque de partidos pro-consulta,  se cumpla la decisión del Tribunal Constitucional y no haya ni consulta ni amago de consulta el 9 de noviembre, y en consecuencia la única salida del Govern de la Generalitat sea  convocar elecciones anticipadas. Algunos dirigentes de Convergencia las han definido como plebiscitarias. El significado de plebiscitarias no es tan claro como parece. Según algunas interpretaciones, Mas consciente que en estos momentos ERC sería la primera fuerza parlamentaria, pretende con esa fórmula fomentar candidaturas conjuntas de los dos partidos, que previsiblemente llevarían en su programa electoral la Independencia de Cataluña y que además enmascararían su fracaso político.

Hablando claro: lo de consultar la opinión de los catalanes el 9 de noviembre es un mero artificio para disimular ante Madrid, el auténtico objetivo de la actual movilización catalana. No había más que ver el emotivo acto en el Palau de la Generalitat en la recepción organizada por Mas a  los alcaldes catalanes del pasado 4 de octubre. La consigna que coreaban en los momentos de mayor entusiasmo no era ¡consulta!!consulta! sino ¡independencia!! independencia !.

Previsiblemente en coalición o por separados ERC y  C. y ¿U.? obtendrán de nuevo mayoría en la cámara, contando siempre con la inestimable ayuda de I.C.  socio  parlamentario de IU en la auto-denominada Izquierda Plural. Al haber llevado explícitamente en su programa el objetivo independentista muy bien  podrán  declarar en otra histórica sesión del Parlamento Catalán la Independencia de Cataluña. Y vuelta a empezar. Recurso del Gobierno al Tribunal Constitucional, suspensión del acuerdo….Cataluña, incluso aunque hubiera una mayoría electoral favorable en su población no puede ser hoy por hoy, ni posiblemente en muchos años, independiente. No sólo por  razones legales. España no puede permitirse el lujo de que se separe la primera comunidad de España en P.I.B, que,  cito de memoria, alcanza casi el veinte por ciento de nuestro P.I.B nacional. Pujol  a  quién algunos adjudican la tutoría en la sombra de este desdichado proceso soberanista, debería haber recordado lo que dijo allá por 1990, cuando la desmembración de la Unión Soviética “Lituania es como Cataluña, pero España no es la Unión Soviética”. Cuanta  lucidez perdida con los años. Como escribió el general De Gaulle en sus Memorias de Guerra refiriéndose a Petain “la vejez es un naufragio”.

Es claro que no habrá, al menos en un futuro próximo, Independencia Catalana. Esto no obsta para que el Gobierno español, pasado el nueve de noviembre, de común acuerdo con el PSOE, prepare ofertas atractivas para el sector moderado del nacionalismo catalán. Aunque condenado al fracaso, como he intentado demostrar en estas líneas, el independentismo catalán tiene un innegable arraigo en los sectores más movilizados de la sociedad catalana. A lo largo de reiterados viajes, por razón de amistades, a la provincia de Girona en las décadas de los ochenta y noventa, ya pude observar en conversaciones con sus habitantes, en los signos externos simbólicos como las banderas visibles, la educación que se impartía en las escuelas… que existía lo que podríamos llamar, al menos en esa zona de Cataluña, un independentismo latente. Como ha ocurrido en otras ocasiones en la Historia, determinados acontecimientos en los últimos años han transformado el independentismo latente  en Cataluña en una potente  fuerza política. Un acontecimiento de primera magnitud ha sido la aguda  crisis económica que afecta a Cataluña, como al resto de España, desde el año 2008. Otro, la desgraciada peripecia del nuevo Estatuto Catalán, con el colofón de la Sentencia del Tribunal Constitucional, después de tres o cuatro años de deliberaciones para dictaminar sobre un texto que no tendrá más de cien páginas. Dictamen que sin duda tendrá sólidas bases jurídicas, pero que políticamente cayó como una bomba sobre un pueblo que después de tres aprobaciones parlamentarias había ratificado en referéndum el nuevo Estatuto. Sin duda junto con los citados hay  otros factores que seguramente desconozco. Todos han convertido al independentismo catalán en una fuerza de primera magnitud.

Las grave crisis del Estado Español que comporta  la agudización del problema catalán no es algo que se pueda dejar para que el tiempo lo solucione. Es notorio que  Rajoy es un firme partidario de que el tiempo soluciones los problemas. Esta fórmula puede servirle en ocasiones, como para que Gallardón se sienta "ninguneado" porque   nunca se tramite un ante-proyecto de Ley de su competencia  aprobado hace más de un año en Consejo de Ministros, y poder forzar su dimisión. El problema catalán es mucho más complejo y grave que quitarse de encima a Gallardón. Se deberán llevar a cabo en un futuro inmediato transformaciones políticas  y legales que permitan una mayor identificación de cuando menos un sector de la sociedad catalana  con el Estado Español. Para ello será necesario una Reforma Constitucional que resuelva este y otros puntos de la misma como el artículo dieciséis donde se confiere una excepcionalidad a la Iglesia Católica, que si podía tener sentido en 1978, queda fuera de lugar en una sociedad fuertemente laica como la de hoy en día. O la definición de las Diputaciones Provinciales como Administración necesaria del Estado, lo que en un Estado Autonómico no hace más que superponer Administraciones con competencias compartidas. He citado a título de ejemplo sólo algunos aspectos reformables de nuestra Carta Magna. Evidentemente todo el proceso complejo que supone reformar la Constitución deberá abordar muchas más cuestiones, pues las Constituciones no se reforman todos los años.

El Partido Popular bien por un esencialismo español mal entendido, o por  corto-placismo electoral ha adoptado de momento una posición inmovilista ante la crisis en Cataluña que radicaliza las posiciones en esa Comunidad y no conduce más que a un reiterado y tedioso discurso sobre la obligación de los poderes públicos de cumplir y hacer cumplir la Ley. Esto es obvio. Pero las leyes en una democracia se pueden modificar y no convertirlas en un “corsé” que cree más problemas que los que resuelve. Y esto también es válido para algunos artículos de la Ley de Leyes que es la Constitución.

En resumen hay unas líneas rojas – por emplear una expresión de moda – que no se pueden atravesar como es la unidad de la Nación Española por razones económicas, estratégicas y legales. La pretensión del soberanismo catalán que en Europa hay una amplia corriente simpatía por su derecho a la Independencia es hacerse trampas al solitario, pues, por lo menos en la Europa continental, la de verdad, la del euro, la ruptura de las fronteras establecidas después de la Segunda Guerra Mundial en el corazón de Europa se considera como un grave riesgo a la estabilidad de todos los países. Significados “lideres” europeos han expresado claramente su posición contraria a la “aventura catalana”. Más acá de las líneas rojas hay un amplio campo que desarrollar que permitiría reconocer la singularidad catalana en el Estado Español sin que ese reconocimiento suponga amenaza a la ruptura del Estado. Tan absurdo es pretender la independencia de Cataluña como considerar que esa Comunidad es una región más de España.

El artículo dos de la Constitución hay que leerlo entero, y cuando se refiere a nacionalidades y regiones, de “facto está reconociendo la heterogeneidad de los territorios de la nación. Obviamente esta heterogeneidad no debe suponer  privilegios a unos territorios sobre otros. Únicamente reconocer que lo que es distinto  en lo real se debe reconocer en las leyes.


 P.D: Hoy 6 de octubre se acaban de conocer las declaraciones del Conseller de Presidencia de la Generalitat Francesc Homs. Creo que refuerzan la idea que se muy improbable que el 9 de noviembre  haya consulta.

Cataluña en la encrucijada (I)

La firma por el Presidente de Generalitat Catalana Artur  Mas de la tantas veces anunciada convocatoria de la “Consulta sobre el Derecho a decidir”  ha iniciado la cuenta atrás hasta el 9 de noviembre. Fecha que para él, su partido político, y los otros tres partidos que apoyan la consulta debe ser un Día  Histórico.  No fueron otras las palabras que empleó Mas en el solemne acto del 4 de octubre en el que la gran mayoría de los Alcaldes catalanes le entregaban los acuerdos de adhesión de sus Municipios a la Consulta.

Como era de prever - y Mas sabía perfectamente – el Tribunal Constitucional ha suspendido cautelarmente la consulta. Convergencia y su “líder” se encuentran  sino en días históricos, en una encrucijada. Ninguna de las alternativas políticas  que tiene Mas, es ventajosa ni para Convergencia, ni para amplios sectores del pueblo catalán, ni seguramente para él. En este mismo “blog” ya escribí el pasado 19 de julio “Mas cabalga a lomos de un tigre que le llevará al final de su carrera política y a graves daños a su partido. No tendrá que esperar mucho tiempo para conocer esos daños. Si convoca sus anunciadas elecciones plebiscitarias es casi seguro que ERC superara a CIU, dejando de ser por primera vez en la historia de la Autonomía Catalana el primer partido en número de escaños”.

El sendero por el que camina el President catalán es estrecho, pues se mueve entre los límites de la legalidad y la adquisición de compromisos públicos por su parte que de cumplirlos transgredirían esa legalidad. Si finalmente el día 9 de noviembre pretende realizar la  prometida Consulta, con todo lo que ello conlleva, entre otras cosas quince días de campaña para la defensa de las distintas posiciones ante la misma, el Gobierno, de acuerdo con el artículo 155 de la Constitución, previa aprobación del Senado, podrá adoptar “las medidas necesarias para obligar“  al Gobierno Catalán  al cumplimiento de “ las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan “. Cumplimiento que sin duda supondría la no celebración de la consulta mediante medidas que podrían tener importante alcance. En otras palabras Mas  y la Institución que preside  se situarían al margen de la Ley. No dejaría de ser un nuevo “6 de octubre”, pero afortunadamente sin tiros.

En un artículo en la Vanguardia de su sub-director Enric Juliana, pujolista y admirador de Prat de la Riba, pero agudo analista político ya advertía hace unas semanas de los riesgos de la aventura independentista; que los catalanes en vez de reivindicar la independencia tuvieran que acabar revindicando  el restablecimiento de la autonomía. En este punto Juliana, al parecer conocido en Catalunya con el mote de “Gazielito”, sigue la prudente actitud de Agustí Calvet Pascual, el auténtico “Gaziel”, cuando sucedió la breve rebelión catalana del 6 de octubre de 1934. Gaziel al oír por la radio a Companys declarar el Estado Catalán dentro de la República Federal Española escribió en el diario en el que era director, la Vanguardia, “Eso es ni más ni menos, una declaración de guerra, en el preciso instante que Cataluña, tras largos siglos de sumisión, había logrado una posición incomparable dentro de España…”. Es conveniente recordar aquí que las actuales competencias de la Generalitat catalana son bastante más amplias que las  obtuvieron en la redacción final del Estatuto de Nuria en 1932.

Ya advertí que estos son otros tiempos y que el nueve de noviembre será en cualquier caso  una jornada pacífica Aunque en una encrucijada como ésta es difícil hacer pronósticos, no creo que Mas fuerce la legalidad - de hecho nada más conocerse la suspensión de la consulta anuló la campaña institucional para la participación en la misma – y acatara la resolución del Alto Tribunal. Es evidente que la situación de los otros tres partidos pro-consulta es sustancialmente diferente, por no hablar de la Asamblea Nacional Catalana y su Presidenta Doña Carmen Forcadell, que viéndola día sí y el siguiente también en la televisión catalana parece una mala copia de la Pasionaria en catalán. ERC, IC y el  CUP no tienen  ninguna responsabilidad institucional y por tanto pueden empujar sin riesgos al abismo de la ruptura de la legalidad a CIU. ERC especialmente en el caso de que Mas, como preveo, opte por la sensatez, siempre podrá capitalizar en las, muy probablemente cercanas elecciones catalanas, el descontento del sector más nacionalista de CIU.

Otro factor más opaco que puede influir en las trascendentales decisiones que tendrá que tomar  Mas en las próximas semanas es el alcance de la fortuna de la familia Pujol en el extranjero, más allá de la misteriosa herencia de su esposa y sus hijos. La  histérica comparecencia de Pujol en el Parlamento catalán para dar explicaciones producen la impresión que lo que contó no se lo cree ni él, y ni siquiera Artur Mas a tenor de las declaraciones que hizo recientemente en una cadena televisiva. De ser mucho más los dineros de los Pujol en paraísos fiscales, y ser conocedor de ello el Presidente del Gobierno Español, para estas cosas están los Servicios de Inteligencia, sin duda Rajoy tiene un valioso elemento de presión en sus manos frente a Mas, fuera de los focos, pues el hundimiento, ya bastante elevado a día de hoy, de la figura de Pujol , perjudica gravemente   al Partido que él creó, Convergencia Democrática, y que presidió durante tantos años. Por terminar las posibles analogías y diferencias con la “anterior rebelión catalana”, el ya  citado Lluis Companys, estuvo dieciséis meses en la cárcel, después de la los sucesos  del 6 de octubre, pero fue por el delito de rebelión. Jamás se le acusó de ninguna irregularidad financiera. Como es sabido fue fusilado el 15 de octubre de 1940, dentro de la despiadada represión franquista de la inmediata post-guerra.

Como escribió recientemente el historiador Alvarez Junco muchos catalanes nacionalistas habrán descubierto con tristeza que no sólo “Espanya ens roba”, sino que también se les roba desde “sancta santorum” del catalanismo”.