sábado, 19 de julio de 2014

El Manifiesto de los Cincuenta (III)


Podía seguir reseñando la biografía de algunos firmantes, tampoco conozco la de todos, y supondría excederse en la anécdota. Vayamos al Manifiesto. Tengo que advertir aquí, que no conozco el Manifiesto en su integridad. Solo he leído los resúmenes periodísticos dedicados a él, en especial el de la Vanguardia que es el más minucioso de los que he leído. No creo que esa atención del periódico barcelonés sea casualidad.

La diputada del PP y directora del área Internacional de FAES Cayetana Álvarez de Toledo fue una de las más activas en la presentación del documento. Me ha llamado la atención que FAES asigne a su directora del área Internacional para tratar el “problema catalán”. No es razonable suponer,  de acuerdo a  su visión de las relaciones España-Cataluña, que consideren este complicado asunto como un problema internacional. Doña Cayetana afirmó que "A los primeros que el nacionalismo roba derechos es a los catalanes, empezando por el derecho a ser español". Exagera. Hoy en día ese derecho no se le ha robado ni siquiera a Mas o Jonquera que cuando viajen por Europa o el resto del mundo para explicar la opresión neo-colonialista  que sufren los catalanes, viajaran con DNI o pasaporte español.

En ese concurso de a ver quién decía el disparate más grande,  Gabriel Tortella, economista de prestigio y buen divulgador de la ciencia económica fue quien  posiblemente se impuso a sus acompañantes con la frase ya recogida en la primera parte del este artículo que "existe mayoría callada e inhibida del 75% de los catalanes “. Me he molestado en hacer unos sencillos cálculos a partir de los resultados electorales de las elecciones autonómicas del año 2012  para comprobar la exactitud de las cifras de Tortella

Si sumamos los votos de los partidos no nacionalistas, con sus enormes diferencias políticas en muchas cuestiones; PSC, PP, Ciutadans, Partido Animalista y U.P.y D. suponen el 16,17% del censo electoral. Vamos que no llegan ni de lejos  al 75 % callado que tanto preocupa al profesor Tortella. Supongamos que todos los que se abstuvieron se incluyan en la mayoría inhibida. Tampoco suman. Agregando abstencionistas y no nacionalistas suman el 48,41 % del censo electoral.

 Lo que no se puede hacer es trampas en el solitario. En una democracia lo que quieren la mayoría de los ciudadanos se demuestra en las elecciones. . Y los partidos partidarios del llamado “ Derecho a decidir” sumaron el 57,76 % de los votos en las Elecciones del año 2012. Esto es un hecho. Nos guste más o menos.

Zapatero erró en muchas de sus decisiones. No creó el problema catalán. Este existe desde hace más de un siglo, No es cuestión de contar aquí la historia de las relaciones políticas entre Cataluña y España en los últimos 120 años. Sirva de ejemplo el  final del poema de Joan MaragallOda a Espanya”, escrito en catalán en 1896. Impregnado de un indudable cariño a España; comienza con los siguientes versos: Escolta, Espanya, - la veu d'un fill/que et parla en llengua - no castellana”. A continuación a lo largo del poema Maragall lamenta la inútil sangre  que se está derramando en la guerra de Cuba. Termina con los versos:” Has desaprès d'entendre an els teus fills?/Adéu, Espanya!”. No sólo en Cataluña se vivía con dramatismo el absurdo de aquellas guerras inútiles y lejanas de un País atrasado e irrelevante en el panorama internacional. Pero lo significativo es el final “Adiós España”.

Volviendo al presente “el problema catalán´” sólo se resolverá con un acuerdo entre PP,PSOE y CIU como mínimo, que se plasme en una reforma de la Constitución. Para ser posible ese acuerdo el PP se tendrá que libra de la presión que ejerce la FAES, presidida por José María Aznar, sobre el Partido, presión a la que se une con entusiasmo la prensa de   derechas madrileña. Desconozco si el Manifiesto de los Cincuenta ha sido inspirado directamente por la FAES, pero sus tesis son parecidas.

El PSOE tendrá que abordar de forma clara las reservas de fondo que existen ante una hipotética solución realista al “problema catalán”, por parte de muchos de sus dirigentes mesetarios o de regiones vecinas. El federalismo propuesto es una buena solución para llamar al Estado de las Autonomías por su nombre y darle contenido al Senado como Cámara Territorial. Pero el federalismo supone la federación de entidades similares.  En Alemania su federalismo se organiza en “lands” y creo que  en algunas Ciudades- Estado. Ni Cataluña ni Euskadi aceptaran nunca ser un “land” más de España como Murcia o la Rioja. Euskadi ya tiene recogida en la Constitución vigente, en su adicional primera, su singularidad, incluido un régimen fiscal que no es federal si no confederal. Es tal el consenso entre vascos sobre las ventajas de su fiscalidad que ni el PP, ni Bildu, pasando por todo el arco parlamentario, jamás lo ponen en cuestión. Pues bien en mi opinión Cataluña deberá tener otra adicional en la futura Constitución reformada que reconozca sus rasgos diferenciales del resto de España. Esta adicional  no podrá ser nunca un nuevo concierto. Siendo la primera Comunidad Autónoma en aportación al Producto Interior Bruto español, un “Concierto catalán” supondría el hundimiento de nuestros ya mermados  ingresos públicos.

Convergencia y Unió para adherirse a este nuevo pacto constitucional probablemente tendrá que desembarazarse de su actual núcleo dirigente y volver a la senda del posibilismo  político. Mas cabalga a lomos de un tigre que le llevará al final de su carrera política y a graves daños a su partido. No tendrá que esperar mucho tiempo para conocer esos daños. Si convoca sus anunciadas elecciones plebiscitarias es casi seguro que ERC superara a CIU, dejando de ser por primera vez en la historia de la Autonomía Catalana el primer partido en número de escaños.


Los tres partidos tendrán que dejarse “plumas” en ese deseable acuerdo. Probablemente los que más plumas tengan que dejarse sea CIU, pues para muchos catalanes que ven cercano un viejo sueño, el alejamiento de nuevo a un tiempo indeterminado del sueño de la Independencia producirá frustración. Y esa frustración será una cantera de votos para ERC, que además, por comparar su situación con la de su más o menos equivalente vasco Bildu, siempre tendrá la ventaja de no llevar en la mochila la pesada carga de centenares de asesinatos. CIU pagara el precio de jugar al aprendiz de brujo.

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