En el diario el País del pasado martes 22 de julio
ha escrito Savater un artículo con
el título “Cultura y política”. Por
este artículo he conocido que Savater es
el firmante del manifiesto “Libres e
iguales “. Del manifiesto diré poco, ya escribí sobre él, en este blog, los
días 16,17,19 y 21 de julio. No sabía que fuera firmante del manifiesto hasta
que leí su artículo. En la foto en la puerta del Congreso de los cabecillas del
manifiesto no aparecía, ni se citaban
declaraciones suyas en la presentación de
Lhardy. Tal vez no acudió a la presentación por algún reparo formal. En
“Cultura y política” describe como “forma
anticuada de referirse , algún pasaje del manifiesto. O tal vez al ser a
las cuatro de la tarde la presentación, y ser devoto de la siesta, según él
mismo ha contado alguna vez, consideró las cuatro de la tarde, y más en verano, como una hora
inadecuada para presentar manifiestos. A diferencia de Leguina, Savater es un
escritor de proyección internacional y no le debe impresionar mucho la
presencia de un premio Nobel como Vargas
Llosa.
Leí por primera vez a Savater hace casi cuarenta años, “de los dioses y del mundo”. Años después coincidimos en una cena
fría ofrecida por el Ayuntamiento de Valencia. Me presenté a él como un “lector prematuro de sus obras “. Con ese
ingenio que siempre ha tenido me contestó que “si las había leído antes de que las escribiera”. Considero a Savater
uno de los mejores escritores de ensayos de divulgación filosófica actuales.
Tiene una amplísima cultura filosófica y literaria, y la difunde con buena
prosa, amenidad, y toques de humor. Sus novelas
“Caronte aguarda “y más reciente “Los invitados de la princesa” son bastante buenas.
Mi elevada opinión de Savater ha provocado, empleando una
expresión muy querida por la nueva estrella política – Pablo Iglesias –, que “me diera pena”
leer algunos pasajes de su artículo. Que una persona de sus muy notables
cualidades intelectuales escriba “que “las
diversas lenguas de nuestras regiones son una indudable y reconocida riqueza cultural “sólo se
explica porque Savater sabe tanto de
filosofía y literatura como poco de la historia del siglo XX español y de los
problemas políticos contemporáneos. Cataluña
es un territorio, no más importante o
menos que otros, sólo diferente, que
desde hace más de cien años, cada vez que ha habido un período de mínima
libertad en nuestro país, ha manifestado unas reivindicaciones políticas mucho
más complejas que una mera “reconocida
riqueza cultural” en razón de tener una lengua propia. Desde la Mancomunidad
de Diputaciones de Prat de la Riba, a los Estatutos de Nuria y Sau en 1932 y 1979
respectivamente, y acabando en nuestros días con el “desafío secesionista”,
es claro que el problema catalán no se resuelve con puntos de partida como el
de Savater,
que pone como ejemplo ilustrativo de sus ideas sobre el problema catalán, la II Guerra Mundial. Como era previsible dentro
la perspectiva nacionalista española,
con disfraz liberal, con el que se escriben estos manifiestos o artículos, los “secesionistas “catalanes son en la
parábola de D. Fernando los nazis. Que muchos dirigentes del PP, partido que
aún no ha condenado el franquismo, llamen nazis cada dos por tres a quienes
discrepan de sus políticas es cinismo. Que lo haga Savater supone emplear un
ejemplo – con trenes a Treblinka incluido - que un escritor de su finura no debería usar. Es brocha gorda.
Como ya conté en su momento, la iniciativa del manifiesto arranca a raíz de
conocerse la próxima entrevista Rajoy-Mas.
La desproporcionada reacción de los firmantes produce la impresión de que temen
que esta entrevista sea una versión nacional de la traición de Munich de las potencias democráticas a
Checoslovaquia, autorizando a Hitler la invasión de los Sudetes, para preservar
la paz. Apaciguamiento se llamó a esta política de concesiones al nazismo, muy
denostada por lo general en la historia, y en mi opinión con razón. El peligro con
Rajoy no es que sea un nuevo Chamberlain frente a los nacionalistas
catalanes. Al contrario, el riesgo
está en que la presión de los medios de
comunicación derechistas madrileños, muy abundantes e influyentes,
especialmente en su electorado, le empujen al inmovilismo. Oyendo a los
tertulianos televisivos procedentes de la
caverna mediática madrileña, cuando hablan de estos asuntos, el oyente siente
el eco de la solemne sentencia de Franco
en su Testamento: “Mantened
la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus
regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria.”
Tampoco es despreciable el peso en el PP de FAES. Presidida por Aznar, que para un sector de votantes populares sigue siendo su
auténtica referencia, levanta la bandera de un nacionalismo español muy intransigente. Una
bandera casi tan grande como la que instaló Aznar en la madrileña Plaza de Colón. No voy a profundizar aquí en
la delicada cuestión de quién es más de derechas, si Aznar o Rajoy. Creo que
el primero bebió de joven en las fuentes teóricas del falangismo español. Su
abuelo Manuel Aznar, por quién José
María siempre ha manifestado admiración, fue en su juventud afiliado al PNV. Después durante la II República apoyó al principio a Azaña, y luego se
afilió al Partido Republicano Conservador, de
Miguel Maura cuya campaña electoral de 1933 dirigió. Al empezar la guerra civil finalizó su larga travesía
política en el seguro puerto de Falange,
donde además contó desde muy pronto con la protección de Serrano Suñer. En 1964 colaboró en la película “Franco ese hombre “. En el film sólo se grabaron dos entrevistas. Una a Franco. La otra a
Manuel Aznar. Creo que estos datos ayudan un poco no sólo a conocer las raíces intelectuales
de José María Aznar, sino también
porque al PP le cuesta tanto una sencilla condena simbólica del franquismo.
Está en su ADN.
Rajoy de abuelo liberal y padre juez franquista creo que
tiene la escuela del secular caciquismo gallego. No digo con esto que en su
tiempo en la política gallega no tuviera sus problemas con los caciques del PP
gallego. Pero su forma de entender la política recuerda en bastantes ocasiones
a los caciques que reinaron en la política española durante la Restauración.¿
Que se pueden perder muchas Alcaldías en las elecciones del año que viene? Pues
se cambia la ley y ya está. Justificación: el partido ganador de las elecciones
no puede perder la Alcaldía ante una coalición de perdedores. Cuando leí esta
justificación me acordé de Rita Barbera
y como alcanzó la Alcaldía en 1991. De
momento, en lo que sé, ha guardado un prudente silencio sobre este asunto.
Tal vez Rajoy
sea más pragmático y menos fundamentalista que su antecesor popular. Sin que me
olvide que el español de pies a cabeza Aznar,
Conquistador del islote de Perejil, la mayor victoria de nuestra Armada desde
Lepanto, cuando necesitaba los votos de CIU para ser Presidente del Gobierno en
1996 realizó todas las concesiones que hicieran falta. Muchas fueron esas
concesiones para que la portavoz en el Parlamento catalán de E.R.C. en el año
2011, Ana Simó declarara quince años
después, que el acuerdo PP-CIU de 1996, también conocido por el pacto del
Majestic, mejoró sustancialmente la financiación de Cataluña.
Pero Rajoy
por la democrática decisión del pueblo español es el actual Presidente del
Gobierno. En su importante encuentro con Mas
el próximo día 30 de julio debemos esperar que sea firme donde sea necesario – no hay referéndum catalán
que valga ni consultivo, ni orientativo, ni vinculante –, y tenga flexibilidad
negociadora donde haya margen. No se trata de ningún “choque de trenes”. En
España además de vez en cuando descarrila desgraciadamente alguno pero hace
mucho tiempo que no chocan dos trenes. Se trata de solucionar un grave problema
político, por los medios que se solucionan en una democracia: con negociación,
acuerdos y leyes posteriores que plasmen estos acuerdos.
La verdad, no
es tan difícil entenderlo. No hay que enredar, como hace Savater en su artículo, con sus “demos” y “etnos”. Desde Platón y su fallida experiencia como
asesor del tirano Dionisio de Siracusa
hace cerca de 2500 años se sabe que los
filósofos suelen ser malos consejeros políticos. Hay excepciones como la de Maquiavelo. Pero la historia está llena
de dirigentes políticos que siendo malos lectores de filosofía han acabado
cometiendo abundantes crímenes. Un par
de ejemplos: Robespierre que empapado
de lecturas de Rousseau y sus ideas de la
“voluntad general” condujo a la recién creada I República francesa al conocido como “El Reino del Terror” en el que
la guillotina se convirtió en el argumento definitivo. Tan extensivo fue su uso
que un año después de alcanzar la dirección de la dictadura jacobina
francesa el mismo Robespierre fue guillotinado. Otro ejemplo más cercano en el tiempo
sería el de Hitler y sus
superficiales e incompletas lecturas de Nietzsche. Sobre los crímenes de este último
no veo necesario dar más información.
Queden tranquilos Savater y los demás firmantes del manifiesto “Libres e Iguales” que
España seguirá siendo Una, Grande lo que se pueda, y Libre si el PP no continúa
restringiendo las libertades públicas y privadas. Ocupense los firmantes de su trabajo, que algunos lo hacen muy bien, sin
complicar las cosas más de lo que ya están y esperemos que la entrevista Rajoy-Mas sea el principio de la
introducción de la racionalidad en el envenenado problema del encaje de
Cataluña en España, aunque personalmente soy pesimista.
P.D: A punto de publicar este artículo la Prensa de
hoy publica a toda plana la auto-inculpación de Pujol por tener dinero en
cantidades millonarias en paraísos fiscales. Malas noticias. Parece que con el "problema catalán" ocurre como con las tragedias griegas. Se haga lo
que se haga todo acaba de la peor manera posible. Que nadie se engañe: el
desprestigio de esta confesión de Pujol sólo favorece de entrada a E.R.C.
Espero, no estoy convencido, que algunos nacionalistas catalanes lúcidos vean
en manos de quién están y vuelvan a votar al único Partido Catalanista honrado
y sensato: el PSC.
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